En las culturas mesoamericanas fue común el ritual de los voladores, tal como se aprecia en la imagen de este códice azteca. Todavía se sigue practicando la danza del volador en algunos pueblos de Centro América. Para realizar la danza se utiliza un tronco alto, fuerte y derecho que se entierra profundamente. En la parte superior hay un bastidor cuadrado al que se atan cuatro cuerdas. Cinco hombres, vestidos de águila o de otras clases de pájaros, suben con extraordinaria agilidad al tronco. Cuatro de ellos se amarran de las cuerdas y se cuelgan cabeza abajo con las alas extendidas. Mientras los cuatro voladores giran las cuerdas se van desenrollando hasta que los hombres llegan al suelo. Mientras tanto el quinto baila girando y tocando una flauta y un tambor en la punta del tronco. Esta danza de los voladores se relaciona con la agricultura y las estrellas.