Leyenda Selk`nam (Chile)
Dos grupos de familias selk’nam de Tierra de Fuego se encontraban en gran conflicto.
Los jefes de ambas se odiaban hasta la muerte. Uno de ellos tenía un hijo joven, que un día, persiguiendo un guanaco se encontró con una bella niña de ojos negros e inmediatamente se enamoraron. Pero había un problema, era la hija del enemigo de su padre. Comenzaron a verse a escondidas, pero el brujo de la tribu de la niña los descubrió. Se dio cuenta que el amor de ellos era tan grande que no podría separarlos.
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Entonces transformó a la niña en una planta que conservó toda la belleza de sus ojos negros, con espinas para que el joven enamorado no pudiera tocarla. A esta planta llamaron calafate. El joven, enloquecido de dolor, no se separó jamás de la planta y murió a su lado. Por eso dicen que el que come el fruto del calafate siempre vuelve a Tierra del Fuego, hechizado por el poder de esta planta.