Los chamanes eran personas sabias que conocían la historia del pueblo, las tradiciones y las creencias, podían adivinar el futuro, eran doctores, poetas, cantores. Conocían el comportamiento y propiedades de plantas y animales, y tenían una gran influencia en los lugares en que vivían. Eran personas capaces de entrar a un estado de trance y comunicarse con el mundo de los espíritus, para pedirles consejo y sanar a los enfermos. Este estado de éxtasis era logrado con danzas, cantos y músicas repetitivas y/o tomando plantas psicotrópicas. En sus viajes mágicos eran capaces de transformarse en animales o adquirir sus poderes: la velocidad y fiereza del jaguar, o la visión del águila.