Los inkas desarrollaron un complejo sistema de anotación y registro narrativo a través de cuerdas anudadas, siguiendo una tradición textil fuertemente arraigada en las culturas andinas. A este instrumento le llamaron quipu. Con distintos colores y torsiones de los hilados hechos de fibra de llama o de algodón, junto con tres tipos de nudos diferentes dispuestos en distintas posiciones a lo largo de las cuerdas, podían expresar todos los números basados en un sistema decimal. Así, nudos simples ubicados en la parte de abajo de la cuerda, representaban el número 1 o nudos con dos o más vueltas, significaban las unidades 2 al 9. Subiendo por la cuerda, otros nudos simples señalaban las unidades de decenas y así sucesivamente con las centenas y miles hasta llegar al tope de la cuerda. La ausencia de nudo en alguna de estas posiciones, representaba el cero, lo que indica que este concepto abstracto también fue conocido en los Andes.
El quipu nunca fue utilizado como un instrumento de cálculo. Uno de los métodos que los inkas usaron para efectuar cuentas fue poner pequeñas piedras dispuestas en cajitas de piedra o madera, llamado yupana. Los resultados de dichos cálculos habrían sido después anotados por medio de nudos en los quipus.
El Imperio Inka fue uno de los más extensos del mundo. Para administrar el imperio era necesario usar algún sistema de registro que permitiera llevar la cuenta de trabajo que se pagaba como impuesto o tributo, de los depósitos de textiles, maíz y otros productos, o para contar a la gente que ofrecía su trabajo en las mitas. El quipu fue la solución que descubrieron los inkas para resolver esta necesidad. El quipucamayoc era el encargado de manejar los quipus, y debía realizar un aprendizaje para saber como registrar y recordar correctamente la información.
Uno de los sistemas para comunicarse más antiguos usados por el hombre en distintas culturas del mundo fueron las señales de humo. Estas servían para enviar mensajes a través de distancias considerables. Para esto encendían una fogata, de preferencia con palos verdes para que de más humo, y luego tapaban y destapaban el fuego con una manta húmeda, para que el humo no subiera al cielo de manera continua. Distintos tipos de humos indicaban distintos mensajes.
Entre los atacameños, que viven en la segunda región de Chile, al interior de Calama, las señales de humo siguen usándose. Cuando una pastora de Turi va con su ganado a pastorear a las vegas de los cerros y se le hace tarde, decide pasar la noche ahí. Entonces enciende una planta llamada cortadera y hace un gran fuego. Desde su casa en Turi ven el humo, y como saben que ella está pastoreando por ese lado, saben que el mensaje es para ellos y que se quedará a pasar la noche allá.
Los zapotecas fueron los primeros en inventar un sistema numérico y de escritura en Mesoamérica. Ellos fueron los primeros en utilizar el sistema de numeración de puntos y barras que después desarrollaron los mayas, fueron los primeros en usar un calendario ritual de 260 días y uno civil de 365, los primeros en usar el glifo como emblema o símbolo de una localidad, en registrar sus conquistas políticas y en nombrar a sus jefes por el día de su nacimiento. Sus inicios se remontan al año 600 a.C. en el valle de Oaxaca y se les encuentra en inscripciones sobre monumentos de piedra y en pinturas sobre las paredes de las tumbas de Monte Albán.
Los aztecas hablaban náhuatl, una lengua muy difundida en el altiplano del centro de México. Los nobles daban mucha importancia al conocimiento de la historia, la mitología y la poesía. Por ello debían aprender a leer y escribir. Escribían en códices que eran libros hechos de la corteza de un árbol llamado amate, o de cuero de venado, y sobre ellos se hacían dibujos de colores que podían ser después leídos. Las hojas se doblaban como biombo y las tapas eran cubiertas de madera. Los aztecas escribían en sus códices sobre temas tan distintos como historia, geografía, genealogías, religión, mitos, leyendas, poemas y economía.
Muchos de los códices que han perdurado hasta nuestros tiempos fueron encargados por algunos españoles durante la conquista de México a los escribas aztecas, para que quedara registrado el modo de vivir de su pueblo. Algunas de las imágenes que ilustran este sitio web han sido sacadas de ellos. Durante la conquista, los españoles destruyeron y quemaron la mayoría de los códices aztecas, ya que contenían información sobre su religión y creencias precolombinas las que fueron prohibidas por los españoles.
Los aztecas escribían con signos, que son figuras que representan ideas, conceptos, creencias, valores o sucesos. Así, había distintos símbolos para nombrar objetos, animales, plantas, ideas, etc, que se usaban solos o combinados, y permitían transmitir mensajes. Los signos de los dioses aztecas tenían muchos otros signos asociados, que nos permiten conocer sus distintas características.
Los aztecas escribían con dos estilos bien distintos. Los códices de historia son escritos con pocas palabras y bien precisas, mientras que los códices en que se narran mitos, textos rituales, himnos a los dioses y poemas, están llenos de reiteraciones y metáforas.
Un ejemplo: el nombre de Itzcoatl, el cuarto rey azteca, se escribe mediante la figura de una serpiente (coatl) adornada con puntas de flecha de obsidiana (itztli).
Los mayas desarrollaron el sistema de escritura más completo de América, que les permitió escribir la historia de su pueblo, genealogías, textos médicos, tratados de plantas y animales, calendarios, información aritmética, astronómica y esotérica. Casi todos sus grandes monumentos, pirámides, templos y estelas tienen inscripciones que cuentan la 457historia de los lugares y sus gobernantes. También escribieron en libros o códices, en vasijas de cerámica o en los muros pintados de los templos.
La escritura Maya está organizada a partir de glifos, símbolos que representan distintos significados. Hay dos tipos de glifos, aquellos que representan objetos del mundo real, animales o lugares, y aquellos silábicos, en los que cada diseño representa una sílaba y una palabra se forma con más de un glifo. Una parte considerable de estos últimos corresponde al lenguaje actual de los nativos de la región, lo que ha ayudado a descifrarlos. Pero muchas de las palabras contenidas en los glifos no han sido descifradas y están en permanente estudio.
Los glifos o signos Mayas se dibujaban en dos columnas, leídas de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo. Cada glifo está representado por una imagen principal y otras secundarias.
El conocimiento de la escritura Maya estaba reservado a los reyes o gobernantes, muchas veces eran ellos mismos los escribanos que aparecen dibujados en la cerámica o en los murales, vestidos con sus ropajes o atuendos más elegantes y fastuosos. Escribían con finos pinceles y se ayudaban con un atril para sostener los códices. Algunas de las más finas vasijas cerámicas Mayas tenían escrito para qué servían o qué contenían, como las vasijas para guardar o beber el chocolate –la bebida ritual Maya-, o en ocasiones los artesanos que las fabricaban estampaban su firma, así reconocían a su autor.
Los códices Mayas se hacían de corteza de árboles y pieles, que convertían en finos pergaminos recubiertos con una capa delgada de caliza y gomas vegetales. Sólo se conservan tres códices que se encuentran en distintas bibliotecas de Europa, los que han sido fundamental para el desciframiento de la escritura Maya. Se les conoce con los nombres de códice Dresden, Madrid y París. Se ha encontrado un cuarto códice, el Códice Mirador, que se encuentra en el Museo Nacional de Antropología de México, pero no ha podido ser abierto debido a su extremada fragilidad. Los científicos están esperando el avance de la ciencia para poder encontrar la manera de estudiarlo sin que se desintegre.
Antiguamente no era como ahora, que muchas personas sabemos escribir, tenemos computadores, libros y cuadernos. La mayoría de los pueblos de América precolombina no conocían la escritura, eran sociedades en que la palabra era solamente hablada, o cantada, pero no escrita. ¿Te imaginas la buena memoria que tendrían los antiguos americanos para saberse cuentos, historias, mitos y nombres?
Pero algunas sociedades más avanzadas, como los mayas, aztecas e inkas, desarrollaron sistemas de escritura, o de registro de información, distintos a nuestro actual sistema de escritura.