Se conocen unas treinta campanas como la de la fotografía, todas encontradas en el noroeste de Argentina. Fueron hechas por los miembros de la cultura Santa María, entre los años 1200 y 1470 d.C. Son de bronce y es común que tengan dibujos de cabezas cortadas, tal como se aprecia en la parte inferior de esta campana. Debido a ello se cree que estaban relacionadas a los rituales de sacrificio en que cortaban cabezas, una práctica común en las culturas andinas prehispánicas. El sonido de las campanas es bastante potente, escuchándose algunas de ellas hasta a un kilómetro de distancia.